martes, 29 de abril de 2014

De nuevo


La virgen, cuanto tiempo…  A ver si esto no sigue así, que tengo esto muy abandonado, os tengo muy abandonados… Entre el cambio de residencia, un cursillo que estoy haciendo y demás, se me va la pinza y… Bueno, pasa lo que pasa.  Jejeje.
En la entrada de hoy no va haber afoto, sino una reflexión personal sobre la fotografía y paranoias varias… De lo que veo cuando estoy por ahí, de lo que leo cuando me meto a esto de la red y lo que oigo cuando estoy entre compañeros de este mundillo… Estamos en una época de sobresaturación de imágenes, algunas buenas, muy buenas o pésimas, da igual, la palabra es sobresaturación. Y con esto conseguimos que el espectador vea la foto y a los tres segundos se le olvide…
Ahora es todo técnico, que sí que cámara utilizaste, que si tal parámetros hubieran estado mejor la foto, que si tal, que si cuale óptica mejor… Todo detalles técnicos. Se pierde más tiempo en eso, que en sacar una foto. Nos hemos olvidado de lo que trasmite la foto más allá de los detalles técnicos de la misma.
No es cuestión de sacar fotos y fotos (total, como es gratis con esto de lo digital) hasta que des con una buena. Y luego lo más seguro que acabe en algún disco duro sin que vuelva a ver la luz. La cuestión es saber cuándo hacerla, esperar al momento adecuado y ¡zasca! Se tarda (depende de la configuración) menos de un segundo en hacerla.
Un servidor sale con la cámara cuando se va algún sitio en especial, pero no me pongo hacer fotos como un loco, es más, hay veces que llego con la tarjeta vacía y/o/u el carrete sin ningún fotograma hecho. No he visto el momento, no he sentido la necesidad. Y si lo había, no quería hacer la foto, prefiero ser parte del momento que plasmar el momento. Hoy en día suele pasar mucho, cuando estas con la pareja, cuando tienes niños… Y digo yo, ¿no sería mejor, dejar cámara/móvil apartado y formar parte del momento? ¿No sería mejor abrir los brazos para que vaya a ti tu hijo/a mientras da los primeros pasos en vez de sujetar el móvil con una mano y la otra abierta? ¿No sería mejor guardar en la retina su sincera sonrisa en vez de recogerla en una tarjeta y quedar olvidada? ¿No sería mejor recoger ese beso al atacar en todos los sentidos y cuando lo recuerdes que los pelos se pongan en punta en vez de recoger ese instante en los famosos “selfies” y no estar ni al beso ni a la foto?
Yo me he dado cuenta de esto, porque reconozco que lo he hecho, solo hay que ver mi afoto de perfil del wuasape o mi Facebook, pero ya menos, si mi ojo me pide afoto y mi cerebro me dice que puede ser buena, ya me lo pensare en hacerla, igual es de esos momentos que quiero conservar de otra manera…
Menos fotografías y más fotografía. Todos lo agradeceremos. Tú lo agradecerás.

martes, 11 de febrero de 2014

Como Niños...


Bueno, como mi niña siempre me llama nanito… ¿Qué se les da a los nanos para que se mantengan entretenidos? Una caja de pinturas unas hojas en blanco con siluetas en negro y a colorear sea dicho. Pues eso, así me he entretenido, coloreando…

 
 
La afoto es de Gerda Taro a una miliciana durante la guerra civil española. Me ha llevado casi un par de horas, para entretenerme y practicar un poco. Y ya que estoy, promociono mis servicios de restauración y/o/u coloreo de fotos.


lunes, 3 de febrero de 2014

Arboles en la niebla




Ah… Como me gusta esta afoto…  Ahora mismo la estoy viendo y de fondo la canción “Gortoz a Ran”. Y cuantos sentimientos me están produciendo. Son días estos días difíciles y difíciles van a seguir viniendo. Pero miro esta afoto y con esa canción de fondo y me hace sentir mejor. Y mira que es simple la foto, una niebla del carajo, dos árboles y uno chiquitín al fondo, quizás no pueda sugerir nada, una foto bonita y ya…
Pero ahora mismo veo la niebla como la vida, no ves lo que hay enfrente tuyo, no tienes ni idea del camino que vas a tomar ni por donde va a ir, y ahí, en medio de la nada dos árboles. Dos árboles que se encontraron por casualidad, no fueron puestos ahí a propósito. Dos árboles a los que se les ven claramente las heridas provocadas por el tiempo… Y veo a esos dos árboles, que estiran sus ramas el uno hacia el otro para fundirse, sin importar el tiempo ni y sus heridas, se buscan el uno al otro para hacerse más fuertes y continuar ahí durante todo lo que dura la niebla…
Soy ese árbol, manteniéndome firme, porque después de la niebla siempre sale el sol, porque las heridas siempre cicatrizan y el tiempo es relativo. Soy ese árbol que estira sus ramas hacia las tuyas para cogerlas.
Soy ese árbol, fuerte, siempre ahí, siempre tuyo.
 
(Fotos realizadas por el autor del blog. Todos los derechos reservados)