jueves, 21 de marzo de 2013

Vamonos de paseo Afotografico (VI)


Después de varias entradas y paranoias varias, hoy toca de nuevo un “paseo afotografico”, a tiro de piedra de Covarrubias, es el monasterio de San Pedro de Arlanza.
 
Nos ponemos en situación: Entre dos fortalezas (Lara y Carazo), al abrigo del cañón del rio Arlanza y escondido en una espesura de un bosque de sabinas, este monasterio se encuentra en una situación perfecta e idílica. La verdad es que en su época de esplendor debía dar una paz encontrarse entre sus muros rodeados de tan esplendida naturaleza, como dije en una entrada, no eran tontos en aquella época… Pero a lo que vamos. Según cuenta la Leyenda, lo mando levantar el conde Fernán González en una promesa hecha a la ermita de San Pelayo (se ve lo que queda de ella alzada en una cima al lado del monasterio) por procurarle grandes éxitos. Hablamos sobre el año 912. El monasterio creció (y mucho) hasta convertirse en un centro económico y cultural más importantes de castilla. Así unos cuantos años, más bien siglos, hasta su declive en varias fases.


A principios del XIX, sufre un saqueo bastante importante durante la ocupación gabacha que se apropiaron de orfebrería y metales preciosos, después, vino la desamortización de Mendizábal (1835) que obligo marchar a los benedictinos que allí estaban, pasando sus propiedades al estado, el cual, falto de dinero, profano las tumbas de los nobles ahí enterrados, autorizo la venta del monasterio y también las extensas propiedades que tenían y rodeaban. Luego, en 1890, ya en manos privadas vendieron piedras como cual cantera y riquezas que ahí se encontraban. Para intentar salvar lo que quedaba, en 1931 se declara Monumento Nacional, cosa que no sirvió para nada (o poco). Ya en 1950, con la manía de Franco de hacer pantanos por doquier, proyecto el de Retuerta, poniendo en peligro lo que quedaba de monasterio y por qué no decirlo, el valle entero. Finalmente se salvó, puesto que aunque iniciaron las obras, no se llegó a realizar el pantano.


 Cuando fui, hace poco más de un mes, solo era visitable las dependencias monacales, el torreón,  la imponente iglesia románica, lo que queda de la gran sala capitular  y el claustro mayor y menor. El resto de dependencias están en labores de conservación y el gran refectorio (comedor a nuestro uso) que posee un tamaño para más de 200 personas y cocina (este está en manos privadas).


Hay que destacar la importancia que tenía este monasterio por sus dependencias. Como he dicho antes el refectorio tenía capacidad para más de 200 comensales (al fondo de este, hay una sala donde se dice que la inquisición torturaba y encarcelaba), su sala capitular tenía nada menos que tres pisos donde se encontraba la biblioteca con el que consideran el mejor “scriptorium” del temprano idioma castellano (cuando la desamortización, sus obras se dispersaron yendo a parar unas a la abadía de Silos, otras a manos privadas, unas cuantas a archivos históricos y muchas otras a saber dónde estarán).En el piso inferior servia de sala de reunión de los primeros condes castellanos para debatir asuntos internos. También tenía grandes frescos en sus paredes y pinturas románicas. Estas las podemos ver por ejemplo en el Metropolitan de Nueva York, otros fragmentos también los podemos admirar en el museo Fogg de la universidad de Harvard y también veremos algo si nos vamos a Barcelona y visitamos su museo de arte románico. Y hablando de “traslados”, la portada románica de la iglesia se puede ver en el Museo Arqueológico Nacional y la fuente de mármol del claustro mayor se puede ver en el Paseo de la Isla de Burgos.


En definitiva, un buen lugar para perderse y admirar, no solo por el monasterio (lo que queda) sino también por toda la naturaleza que lo rodea. Y la visita da mucho que pensar, vale que la iglesia haya cometido muchos abusos a través de la historia, pero seas de la confesión que seas, tenemos el deber de conservar su legado, puesto mal que nos pese es nuestro legado, nuestra historia, la historia de nuestros antepasados, y sinceramente, es una pena que se pierda toda esa riqueza cultural e histórica por chorradas de tipo “abajo con la iglesia” y demás…



(Fotos realizadas por el autor del blog. Todos los derechos reservados)

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