lunes, 13 de mayo de 2013

Afotos con historia (II)


Bueno, seguimos con otra entrada de la sección dedicada a mi clienta favorita del bar. Y hoy toca una de besos. Es de todos conocida esta foto:
 
El autor Alfred Eisenstaedt, un fotógrafo nacido en la antigua Prusia que en ese momento estaba trabajando para la revista LIVE. Pero pongámonos en situación. Times Square, el día en el que Japón se rinde dando por finalizada la II guerra mundial. El momento es de máxima euforia y este marinero engancha a la primera enfermera que pasa por la calle y le planta un beso del carajo, vamos, un aquí te pillo aquí te mato en toda regla. Y ahí estaba Alfred con su leica M3 para inmortalizar el momento y copar todas las portadas al día siguiente y convertir esa foto en un símbolo de la victoria aliada sobre el “eje del mal”. Pero no fue el único, también andaba por ahí un fotógrafo de la marina llamado Víctor Jorgensen que pillo la misma foto pero desde un ángulo diferente. Y aquí es donde viene el meollo de la cuestión… Hace poco, una bloguera americana, puso el grito en el cielo porque comparando las dos fotos, dice que el marinero estaba forzándola ya que en la foto de Víctor, la mujer tiene la mano en puño y da a entender precisamente eso, que fue forzada en un acto de violación. Los círculos feministas apoyan la teoría de esta bloguera. Y los únicos que podían decir lo que realmente paso fueron los protagonistas de la foto. La revista LIFE, en 1980, empezó a buscarlos, y como es evidente se presentaron muchas parejas. El marinero, identificado como Jorge Mendonça y la chica, Greta Friedman, que no era enfermera, si no asistente de una clínica dental (en aquella época vestían igual que las enfermeras). Sinceramente, no voy a entrar en este tema si fue un acto de agresión u otra cosa, yo solo me voy a limitar lo que dice la foto, y lo que dice es la alegría del fin de una guerra en el que millones de personas perdieron la vida. El fin de una guerra en la que jóvenes de ambos bandos se quedaron en el campo de batalla. El fin de una guerra en el que se perdieron padres y madres, hijos e hijas… Y eso, hay que vivirlo para comprender como es…

Cinco años después, se tomó esta otra, incluso más conocida que la anterior, tomada en Paris, por Robert Doisneau sentado en una terraza de cafetería como si no quiere la cosa.
 
Pero lo cojonudo, es que hasta 1992 (cuatro décadas después), se pensaba que era una foto totalmente espontanea, como la anterior. Pero no, la pareja era un par de estudiantes de arte dramático (que en aquella época eran también pareja) contratados por el propio fotógrafo y se dedicaron el día a recorrer Paris haciendo uno fotos mientras los otros dos se besaban. Y salto la liebre, porque muchas parejas reclamaron que eran ellos para coger un trozo del pastel y al pobre Robert le metieron en un juicio. Cosa que perdieron, porque Robert saco los contratos, los negativos y todas la pruebas necesarias… Que gano el juicio, pero se perdió la magia de que fuera una foto totalmente espontanea como la del día de la victoria… Eso sí, sigue siendo una de las fotografías más vendida de la historia…
Y con esto termino por hoy, que ya ha sido suficiente chapada y frikismo…

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